En pleno apogeo festivo, la Ronda Campesina de Huamachuco apagó la música y encendió la indignación tras irrumpir en un conocido local nocturno llamado “Mónaco”, donde encontraron a menores y jóvenes mujeres —algunas disfrazadas de “cutulas” con faldas más cortas que la paciencia rondera— atendiendo y “animando” la noche entre tragos y bailes sugerentes.
Las damas de compañía, provenientes de Trujillo, Cajamarca, Cajabamba y alrededores, eran dirigidas —según versiones locales— por un emprendedor del entretenimiento nocturno apodado “MIPOGA”, quien parece haber hecho de la explotación su modelo de negocio bajo luces de colores y música alta.
La ronda no se quedó en advertencias: aplicó disciplina según los usos y costumbres, hizo “ranear” a más de una y notificó a los responsables del antro, mientras los parroquianos, sorprendidos, pasaban del pisco a la penitencia.
“Esto no es folklore ni tradición, es delito”, señalaron firmemente los dirigentes, quienes anunciaron que los operativos continuarán durante toda la semana. También lanzaron un mensaje claro a padres, propietarios y la comunidad: la diversión no puede seguir encubriendo el abuso y la viveza. (Agencia Digital de Noticias Huamachuco)