Por: Dionicio Mantilla León
Iniciamos un nuevo año, atrás dejamos el 2016 con su carga de satisfacciones e insatisfacciones. Son ya 7 días de transitar por la senda de un nuevo año en busca de metas y objetivos a alcanzar. Un año siempre nutrido de proyectos e ilusiones. Para quienes enarbolamos las banderas del optimismo realista el nuevo año debe ser un año de renovación de compromisos responsables en busca del desarrollo personal, la familia, la comunidad y la Patria.
¿Cuántos proyectos emprendidos el año que pasó se han concretado? ¿Cuáles no? Fueron las interrogantes lanzadas al final del 2016 y cuyas respuestas nos motivan a lograrlos en el año que se inicia. Inicio que también implica la forja de nuevos proyectos, nuevos objetivos ya sea como autoridades o como ciudadanos todo en aras de una mejor calidad de vida.
En un ambiente de preocupación por el notorio avance de la inseguridad y la corrupción, por la pugna diaria entre los poderes Legislativo y Ejecutivo, de la desconfianza casi total del actuar del Poder Judicial, de la falta de liderazgo de nuestros gobernantes, por la preocupación por el avance de la delincuencia y la corrupción, la incapacidad burocrática, las carencias de obras básicas, así como de obras de gran envergadura orientadas al desarrollo económico; se ante ponen los sentimientos positivos que nos impulsan a perseverar y seguir adelante.
Sentimientos positivos que nos mueven a comprender que somos un país de una gran riqueza histórica, cultural y económica, que por nuestras venas corren como ríos tremantes la sangre de gente inteligérrima, los incas, que han sido capaces de construir una cultura admirable que, junto a otras, constituyeron faros luminosos del pasado de la Humanidad. Una Patria grande que ha procreado hijos e hijas de gran valía que han sabido, con su heroísmo y creatividad, honrar el suelo que los vio nacer.
En el nuevo año pongámonos de pie, enterremos el conformismo y la apatía, dejemos atrás el pesimismo, hagamos oídos sordos a los vaticinadores del mal augurio y hagamos causa común con aquellos que, conocedores de nuestra realidad, aún encuentran una luz al final del túnel. Comprometámonos a superar nuestros males nacionales y a revalorar lo bueno que posee nuestra Patria, particularmente nuestra región y nuestra provincia.
En este día seamos conscientes de que nuestra región requiere de la solución inmediata de álgidos problemas como la inseguridad ciudadana, la III etapa del Proyecto Chavimochic, la construcción del aeropuerto internacional Carlos Martínez de Pinillos, la carretera Salaverry Juanjuí, la modernización del puerto de Salaverry, la erosión costera. Proyectos a los que agrego: el rescate de los pueblos de los pueblos de Ongón, Condormarca, Bambamarca y la provincia de Julcán, la construcción de la vía Calemar _ Abra El Naranjillo, proyectos de represas en la sierra, entre otros más.
A nivel de nuestra Provincia el inmediato rescate del distrito de Curgos de las garras de la extrema pobreza, la represa de Tinguish, el fomento de la producción agropecuaria, el asfaltado de las vías a los distritos, particularmente Sausacocha _ Curgos _Sarín. Y a nivel de Huamachuco, concretar el tema del agua potable y alcantarillado, la Universidad Nacional Ciro Alegría, el fomento de la industria turística; así como detener el devastador avance de la explotación minera.
En este rubro queremos hacer hincapié en el inminente peligro que significa la pretensión de las compañías mineras de apoderarse de las lagunas de Huancagocha y Verde que son las que suministrarán de agua a Huamachuco. COMUNEROS QUE AVALEN ESTO SENCILLAMENTE SE CONVIERTEN EN TRAIDORES Y SERÁN SEÑALADOS CON EL DEDO ACUSADOR DE LA HISTORIA. ¿Acaso quieren otro Conga? ¿Una vez que destruyan nuestro suelo y se lleven nuestra agua que dejarán cuando se vayan al extranjero? Pues sólo destrucción y muerte. ¿Acaso no es suficiente con el cerro El Toro que hoy es un miserable cascarón?
Tanta es la ambición de las compañías mineras que nada les detiene avalados por gobernantes traidores. Tanto es el afán de obtener riqueza que hace algunos años pretendían concesionar el sub suelo de la plaza de armas de Huamachuco en busca de oro, pretensión condenable y estúpida que fuera detenida por un ex Alcalde huamachuquino. Frente a una minería irresponsable y depredadora ante pongamos una agricultura fortalecida y una industria potenciada actividades económicas renovables de mayor futuro, que potencian nuestro desarrollo económico y mejoran nuestra calidad de vida y no la destruyen.
En este nuevo año renovamos nuestro compromiso de trabajar por el pueblo que les vio nacer y que generosamente me albergó. Renovamos, hoy, nuestro compromiso sincero de conocerlo y amarlo más, de cuidarlo y defenderlo.
¡NUESTRO SALUDO FRATERNO A NUESTRAS AUTORIDADES PROVINCIALES Y A TODO EL PUEBLO! ¡QUE EL 2017 SEA EL AÑO DEL DESPEGUE Y EL LIDERAZGO DE HUAMACHUCO Y SU PROVINCIA AL AMPARO DE NUESTRO DIVINO HACEDOR!