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sábado, 9 de abril de 2016

¡10 de Abril: llegó el día!

Por: Dionicio Mantilla León

¡Y llegó el día! Millones de ciudadanos peruanos acudiremos el día de mañana a las urnas para decidir el destino de la Patria. Acudiremos, para expresar a viva voz y con la mejor arma democrática que poseemos, nuestro voto, que deseamos vivir en paz y bienestar, que no deseamos vivir más en la zozobra y la angustia diaria aterrorizados por delincuentes y criminales, sicarios y extorsionadores. Que no deseamos vivir en una sociedad avergonzados siempre de ser gobernados por personajes corruptos y sinvergüenzas que hoy se presentan como inmaculados candidatos pregonando luchar contra la corrupción y la inseguridad cuando fueron ellos los que, durante sus gobiernos, lo fomentaron y protagonizaron para hacerse de un dinero mal habido. En suma, queremos el cambio y no el continuismo.

Acudiremos hoy al acto electoral para estampar en nuestra cédula de sufragio este nuestro sueño de cambio, de lograr un país diferente soberano y desarrollado, libre de injusticias, libres de los lastres de la pobreza y extrema pobreza, pero con una educación y salud de calidad y realmente gratuitas. Nuestro sueño de tener un Perú de los peruanos y para los peruanos. Un Perú con un Estado que asuma el rol protagónico que la historia le tiene encomendado: la de recuperar para el país su soberanía a través de la revisión de los contratos mediante el cual malos gobernantes entregaron nuestros sectores estratégicos y recursos naturales a la voracidad de las empresas extranjeras en condiciones atentatorias a la patria.

Un Perú en donde se promueva la inversión privada que no sobrepase los linderos que le compete al Estado y a los intereses nacionales y que respete las normas laborales justicieras de los trabajadores. Con una inversión privada intensiva nacional o extranjera, pero que pague los impuestos de ley sin exoneraciones de ninguna índole. Un gobernante que haga realidad el pago de las cuantiosas deudas que tienen con nuestro país numerosas compañías nacionales y extranjeras entre ellas la, Telefónica (1,500 millones de soles.)

Queremos un Estado que se rija por un nuevo modelo económico: nacional, productivo y democrático, sin calco ni copia de otro país que busque un crecimiento económico, pero acompañado de un pujante desarrollo económico y un justo desarrollo social. Una economía en crecimiento constante garantizado por una eficiente y honesta conducción de gobernantes probos que prioricen la diversificación productiva fomentando la agricultura, ganadería y una intensiva industrialización y estableciendo una zonificación territorial donde estén fijadas las zonas de explotación minera responsable, respetuosa del medio ambiente y los derechos de las comunidades.

En este día crucial en que definiremos el rumbo de la Patria hacia el Bicentenario de la Independencia Nacional rogamos a Dios que nos ilumine para elegir al ciudadano o ciudadana verdaderamente peruano o peruana y sin doble nacionalidad, el más idóneo, libre de un pasado vergonzante de corrupción y entreguismo, que opere lo que todos los peruanos deseamos con ansia: EL CAMBIO REAL DEL ACTUAL ESTADO DE COSAS, única garantía para la eliminación de los añejos lastres de la inseguridad, la corrupción, la injusticia y el atraso económico.

Un Presidente o Presidenta del cual nos sintamos orgullosos de llamarlo o llamarla COMPATRIOTA, que nos guíe con pasión visionaria por el rutilante camino de un nuevo horizonte, la de una PATRIA NUEVA, LIBRE, SOBERANA, DESARROLLADA Y DEMOCRÁTICA, líder en el consenso de la Patria Grande Latinoamericana como lo quisieron José Gabriel Condorcanqui, o Túpac Amaru II, Ramón Castilla, José Faustino Sánchez Carrión, Manuel González Prada, José Carlos Mariátegui, José María Arguedas y tantos prohombres y pro mujeres que ofrendaron su vida por hacer realidad este sueño a lo largo de nuestra historia.

¡VIVA EL PERÚ LIBRE Y SOBERANO, DESARROLLADO Y DEMOCRÁTICO!

¡NO AL CONTINUISMO! ¡NO A LA CORRUPCIÓN! ¡SÍ, AL CAMBIO!