El abogado Greco Quiroz planteó fiscalizar la compra de dinamita que realiza la minería informal porque, según dijo, más del 50% de lo que adquieren se desvía a actividades ilegales y a organizaciones criminales. Propone colocar un código a los cartuchos, reforzar Sucamec y elaborar una base de datos con otras entidades
RUTA DE LA DINAMITA
Greco Quiroz, quien se ha especializado en temas de minería ilegal, explicó que en el Perú hay cinco grandes empresas importadoras de explosivos y estas, a su vez, venden la dinamita a empresas formales que cuentan con autorización de la Superintendencia Nacional de Control de Servicios de Seguridad, Armas, Municiones y Explosivos de Uso Civil (Sucamec). “Estas empresas compran para sus propias actividades: construcción y minería. En este último grupo están los mineros informales que solo con presentar su Registro Integral de Formalización Minera (Reinfo) y su licencia de uso de polvorín pueden adquirir la dinamita. Pero es obvio que parte de esos explosivos terminan en manos de mineros ilegales que tienen vínculos con organizaciones criminales”, sostuvo.
PROPUESTA
Greco Quiroz recordó que hace un tiempo atrás propuso que se coloque un código a cada lote de cartucho de dinamita, tal como se hace con las municiones (balas), para conocer con exactitud a quién se vende los cartuchos de dinamita, de tal manera que si se perpetra un atentado o se captura a extorsionadores con el explosivo se pueda seguir la pista por el número de serie asignado al comprador formal.
“Con eso habría una línea de investigación fácil de determinar, pero no se hace porque el 50% de esos explosivos son dirigidos al tema ilegal donde se gana el triple. En promedio, un cartucho de dinamita cuesta entre 7 y 8 soles, pero en el mercado negro su valor puede elevarse entre 30 y 50 soles; hay una ganancia extrema”, enfatizó.
REFORZAR
Otro punto importante es reforzar e implementar a la Sucamec. “Actualmente, no tienen cruce de información con la Dirección de Fiscalización Minera ni con la Gerencia Regional de Minas de La Libertad. Tampoco cuentan con un ingeniero de minas para que asesore durante las intervenciones y le diga al policía o funcionario: ‘este minero que es pequeño no le podemos autorizar para que compre mil cartuchos de dinamita, pues solo necesita 100 por el tamaño de su mina’. Porque eso es lo que está sucediendo. Se compra más dinamita de la que realmente necesitan”, cuestionó.(Correo)