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jueves, 19 de junio de 2025

Elefantes blancos en Pataz

‘Son precisamente las obras faraónicas las que se prestan para actos dolosos, dada la variedad y el volumen de insumos que requieren’

Lo cierto es que, estando casi a mitad de 2025, la Municipalidad ha ejecutado solo el 25.9% de su presupuesto, que asciende a un total de S/62’040,018.

Un informe de la Unidad de Investigación de Perú21, publicado el último domingo, ha puesto al descubierto cómo se gasta el dinero en algunas municipalidades provinciales que tienen la fortuna de recibir estas sumas de la minería, como ocurre en Pataz.

Su alcalde solo ha ejecutado uno de cada cuatro soles de todo su presupuesto para servicios básicos, como educación, salud o transporte. Lo contrario a lo invertido en campos deportivos, rubro en el cual ha asignado más de 12 millones de soles para la construcción de estadios y losas deportivas.

Y no es que esté mal construir áreas para la práctica del deporte. Lo cuestionable es que se invierta la pirámide de prioridades en una jurisdicción —13 distritos sin agua potable ni acceso a servicios básicos— que necesita con urgencia de otras obras de infraestructura, todas esenciales para mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos.

El burgomaestre, encima, en lugar de rebatir el informe con cifras reales o hacer más transparentes los gastos e inversiones de su gestión, y lejos de aclarar por qué tiene millones de soles asignados sin ejecución efectiva, la emprende contra el medio que denuncia su extravagante versión de lo que es prioritario para su gente. “Que te siga doliendo porque voy a seguir construyendo. Mi pueblo tiene 45 anexos y voy a dejar 45 obras, un recuerdo en cada pueblo”, fue lo que dio por toda respuesta a los cuestionamientos del reportaje. Un altisonante discurso donde acusó a Perú21 de no querer reconocer los “avances” de su gestión.

Lo cierto es que, estando casi a mitad de 2025, la Municipalidad ha ejecutado solo el 25.9% de su presupuesto, que asciende a un total de S/62’040,018.

Los temas de salud que aquejan a la zona parecen no preocuparle. Con apenas S/252,000 asignados para todo el año, este rubro ocupa el antepenúltimo lugar del ranking de gastos y no figura ningún proyecto de mediana envergadura en el sistema de seguimiento presupuestal.

Para nadie es un secreto que son precisamente las obras faraónicas, tipo estadios u obras monumentales de similar calado —a menudo inútiles respecto a las necesidades más urgentes de los pobladores—, las que se prestan para actos dolosos, dada la variedad y el volumen de insumos que se requieren para su construcción.

En general, en la administración pública los elefantes blancos responden a decisiones megalómanas —disparatadas y antitécnicas— de los líderes locales, pero, asimismo, recordemos, son justamente este tipo de obras las que son blanco fácil de la corrupción.(PERÚ 21)