Por: Dionicio Mantilla León
Dice un viejo dicho
popular, que “La mujer del César no sólo debe pregonar que es honesta, sino que
debe parecerlo”. Esta significativa frase se aplica en la actual coyuntura y su
protagonista es Pedro Castillo, Presidente de la República, quien en todos sus
mítines pregona el combate a la corrupción, pero que hoy se encuentra envuelto
en un mayúsculo escándalo de presuntos actos de corrupción por el garrafal
error de sostener reuniones nocturnas clandestinas en un local ajeno al Palacio
de Gobierno atendiendo asuntos de estado y temas vedados por la Ley como hacer
tratativas con lobistas o intermediarios de empresas privadas algo que no es de
su competencia.
Así como también tratar temas netamente
sindicales con dirigentes y congresistas pertenecientes al FENATEP y su partido
el Frente Magisterial y Popular, así como con funcionarios encargados de las compras
de bienes para ESSALUD, temas de seguridad nacional con el Ministro de Defensa,
Juan Carrasco, entre otros más. Es decir, con una diferente actuar como
Presidente: En el día, (usando sombrero) desarrollando temas oficiales
pregonando luchar contra la corrupción y, en la noche, (usando gorro) desarrollando temas delicados del país, que
él llama “asuntos personales”, pero que no lo son. Uno, con transparencia y, el
otro, sin ella.
Un actuar errado y reiterativo que va
contra los principios y normas legales del buen actuar de un primer mandatario
de la nación. Una actitud que se reviste de sospecha no sólo por realizarse
fuera del Palacio de Gobierno, como dispone la ley, sino por las personas con
quien se ha reunido como son, entre otros, con Karelim López, asesora de la empresa:
“Consorcio Puente Tarata”, que luego de las reuniones a escondidas ganara la
buena pro de la obra “Puente Vehicular Tarata” sobre el rio Huallaga, en la
región San Martín, obra pública por un costo de 232.5 millones de soles; así
como, con Elmer García, Sub Gerente de la Central de Abastecimiento de Bienes
de ESSALUd y con Jorge Luis Pérez Flores, Gerente de Operaciones de ESSALUD ambos
funcionarios que tienen que ver con la compra de bienes y recursos para dicha
entidad del Estado.
Según los expertos estos actos
configurarían un serio atentado contra el principio de transparencia, la
comisión de presuntos delitos y faltas administrativas de manera que el
Presidente de la República, Pedro Castillo, tiene el deber ineludible de
explicar al pueblo el porqué de su comportamiento al margen de la ley siendo
tarea del Ministerio Público y el Congreso de la Republica investigar y llegar
a la verdad de los hechos. Los peruanos conocemos lo que manda la Constitución
Política respecto al comportamiento del Primer mandatario de la nación quien no
sólo debe PREGONAR honestidad y lucha frontal contra la corrupción sino PRACTICARLA
de tal manera que exista coherencia entre el DECIR y el HACER porque están en juego los bienes e intereses nacionales.
Asumir la actitud de victima y responder
con frases inexplicables y absurdas como que “Me someto a la investigación y justicia
de los ronderos” suena a burla conociendo que quien tiene que investigar y juzgar
son los organismos que señala nuestra Carta Magna como son el Ministerio
Público, el Congreso de la República y la Controlaría General de la República,
resultando fuera de lugar también la afirmación de parte de la Premier, Mirtha
Vázquez, de afirmar que será ella la que dará las explicaciones del caso ante
dichos organismos del Estado cuando dicha funcionaria no tiene nada que ver en
este asunto.
Esperamos que todo se encarrile por los
caminos que señala la lay. El pueblo peruano requiere estabilidad política,
gobernabilidad y fortalecimiento de la Democracia y no vacancias de Presidente
de la República ni disoluciones del Congreso, pero eso si que todas nuestras autoridades actúen con honestidad,
idoneidad y respecto irrestricto a lo que manda la ley.