Foto: Beto Mendoza
Por: Dionicio Mantilla León
¿Una mujer como Alcaldesa o Presidenta de la República? ¿Una mujer al frente de una gran empresa? ¿Una mujer al frente de un partido político? ¿Una mujer dirigiendo un sindicato? ¿Una mujer dirigiendo un club deportivo? ¿Una mujer historiadora, escritora, poeta, profesora, médico y de muchas otras profesiones? ¿Por qué no, si ella tiene las mismas cualidades y capacidades que un varón? ¿Si ella es parte indisoluble de la pareja creada por Dios para regir y usufructuar de las bondades del planeta?
El 8 de marzo de cada año la Humanidad recuerda el Día Internacional de la Mujer. Sus creadores lo instituyeron con el propósito de servir de motivo de reflexión de lo importante que resulta impulsar la reivindicación de la mujer trascendiendo los linderos del importante escenario de un hogar en el cual ella desempeña el indispensable rol de administradora de su economía, educadora de sus hijos y fiel compañera de su esposo; trascendiendo este escenario para brindarle otro, en el seno de la sociedad, pero, con otro rol. Un nuevo rol, el de liderazgo y emprendedurismo, un rol que a ella le compete desempeñar en el nuevo mundo de la modernidad y la innovación tecnológica por sus fortalezas y potencialidades que posee como ser humano.
Sin lugar a dudas, que el rol marginal que siempre la sociedad les ha asignado a las mujeres del mundo a lo largo de la historia tiende, de manera paulatina, a cambiar. Y es que no podría ser de otra manera pues ella conforma la dualidad humana que debe reinar en la naturaleza disponiendo de ella, junto al varón, de una forma racional y mancomunada para el bienestar de la Humanidad. Ni el varón sobreponiéndose a la mujer, ni la mujer sobreponiéndose al varón, sino, más bien, ambos, en armonía y concordancia de pareceres y sin mezquindades como protagonistas y reyes del mundo natural y cultural.
En estos días, en que en nuestro país se ve conmovido por un proceso electoral atípico, dos mujeres postulan a la Presidencia de la República, Keiko Fujimori (Fuerza Popular) y Verónica Mendoza (Frente Amplio), cada una enarbolando banderas diferentes, la primera, de clara posición derechista y autoritaria vinculada a un negro pasado dictatorial, de maltrato a la mujer campesina y con propuestas continuistas; frente a la segunda, de ideología izquierdista propugnando el cambio y la renovación y la férrea defensa de los derechos de la mujer. La primera, defensora del actual sistema neoliberal injusto y abusivo y, la segunda, planteando un nuevo sistema productivo, justo y de acuerdo a los intereses nacionales.
Con la empresaria trujillana Rosario Bazán, Presidenta de la Cámara de Comercio de La Libertad, concordamos cuando afirma que: ”El gran reto de las mujeres de hoy es aceptar posiciones de liderazgo. El ser mujer no puede ser obstáculo para progresar y tomar las oportunidades que se nos presenten”
A nivel de nuestra provincia un crisol de mujeres han sabido asumir este reto social, entre ellas nuestras valientes ronderas enfrentando, día a día, con coraje a la delincuencia. En el pasado, el ejemplo de generosidad de Florencia de Mora con sus hermanos campesinos y, en el presente, quien no recuerda el coraje de la Profesora Nelly Guevara de Galarreta, fundadora y Primera Secretaria General del glorioso SUTEP de Huamachuco, allí también, las dignas damas huamachuquinas, como la profesora, Genara Prado de Cotrina, tenaz luchadora y consecuente dirigente del “Comité de Defensa de los Derechos Humanos de Huamachuco”, y , cómo no relievar la labor emprendedora y dinámica de la docente y empresaria huamachuquina, María Santana Asto García, Gerente de Productos Alimenticios “Andy”, hoy , con fábricas en Huamachuco, Trujillo y Pucallpa.
Aquellos días lejanos
Lejanos están aquellos aciagos días de las luchas emprendidas por la mujer para ganar espacios en la sociedad: En la economía, la política, el trabajo, el deporte, la ciencia y en todo escenario social importante. Lejanos los días en que la mujer trabajó por tener los mismos derechos que los varones, recordando, por ejemplo, a las bravas mujeres que durante la Revolución Francesa lucharon por gozar de los derechos a “la libertad, igualdad y fraternidad” así como de sus derechos políticos y de ciudadanía logrando la dación de “La Declaración de los Derechos de la Mujer y la ciudadana”, en 1791.
Pero, fueron las huelgas de Chicago y Nueva York, en 1908, las que estamparon con el rojo de la sangre de miles de trabajadoras que reclamaron mejores condiciones laborales y salariales, el sagrado libro de la historia gremial. Días de lucha que junto a otras jornadas motivaran para que el partido Socialista de los EE.UU. instituyera, el 28 de febrero de 1909, como el “Día Nacional de la Mujer”. Empero, fue en 1910, en que la “II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas” reunida en Copenahue en que se planteara el derecho al sufragio universal para todas las mujeres. Siendo, Clara Zetkin, quien demandara se instituyera, el 8 de marzo de cada año, como “El Día Internacional de la Mujer Trabajadora” planteando la necesidad de que todos los gobiernos del mundo reconocieran la igualdad de derechos de las mujeres.
¡A TODAS LAS TRABAJADORAS DEL ANDE LIBERTEÑO Y DEL PERÚ Y EL MUNDO NUESTRO SALUDO CORDIAL Y FRATERNO EN EL “DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER TRABAJADORA!