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jueves, 17 de diciembre de 2015

La retórica del capricho y la excusa fácil que no convence

"Es un acoso ir casa por casa", dijo Acuña, quien pretendía aclarar denuncias por aportes de personas ajenas a su partido 
Acuña se mantiene firme en sus declaraciones| Archivo
Acuña se mantiene firme en sus declaraciones| Archivo

"Es un acoso ir casa por casa", dijo el candidato presidencial por Alianza Para el Progreso (APP), César Acuña Peralta, en una conferencia de prensa en donde pretendía aclarar una serie de denuncias relacionadas con irregulares aportes de personas ajenas a su partido y, lo más grave, que revelaron a la prensa no ser partícipes de depósitos cuantiosos a favor de la campaña del dueño de las universidades.

Señor Acuña, usted debe entender que no tiene nada de acoso investigar si el origen de las finanzas de su partido carece de transparencia, en virtud de las declaraciones de personas que con justo derecho tienen espacio para dar su descargo.

Señor Acuña, la labor periodística precisamente se gesta en un trabajo de campo, en el que se tocan puertas casa por casa si es necesario, pues encontrar la versión más cercana a la verdad cuesta esfuerzo, no dinero.

Señor Acuña, es cierto que usted no es el ‘encargado’ de gestionar los aportes demilitantes. Sin embargo, cuando en una empresa
alguien comete un error o hay elementos conmantos de duda es el líder quien explica lo sucedido.

El actor político es esa correa de transmisión entre el partido y el electorado. ¿Qué pasa si en un eventual gobierno suyo un ministro comete un error? La población necesita líderes que pongan el pecho para todo, sea bueno o malo.

Señor Acuña, somos respetuosos de su derecho a no declarar. Sin embargo, una sociedad cansada de actos de corrupción lo mínimo que espera son candidatos seguros de sí mismos y de su labor.

Los silencios y la retórica fácil nos sabe más a excusa y no convencen. Señor Acuña, una frase que usted rebobina es “yo soy el interesado en que se averigüe, en que se aclare”.

La usó cuando apareció el video de ‘plata como cancha’ y ahora también la expone. Se equivoca, pues los más interesados en que eso se conozca son los electores.

Señor Acuña, usted que mantiene firme su discurso sobre una raza distinta y se expone como el paradigma del peruano emprendedor, comience por alejarse del papel de víctima al señalar que quieren “desprestigiarlo”, pues no se exagera cuando se critica que hasta la fecha siga existiendo paneles de tres universidades que muestran su imagen en plena faena electoral.

Su hijo, el congresista Richard Acuña, mencionó que usted se alejaría definitivamente de la academia desde el 2016. Le tomamos la palabra, esa que caracteriza al peruano que sale al frente ante la adversidad.

Señor Acuña, exija a sus trabajadores que eviten usar los ambientes de su universidad para promocionar su campaña.

Dígales que no entreguen tarjetas navideñas con su imagen, ni organicen chocolatadas navideñas aprovechando la fuerza de cientos de estudiantes y la necesidad de miles de pequeños.

Señor Acuña, recuerde que tiene hasta hoy para dar su descargos ante el JEE de Lima.(la industria)