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sábado, 5 de septiembre de 2015

Un niño muerto estremece a Europa

Por: César Lévano

La foto de un niño sirio de tres años de edad muerto en el naufragio de la barcaza en que él y otros buscaban refugio ha conmovido a Europa. La foto de un policía turco con el pequeño en brazos ha dado la vuelta al mundo. The Guardian, diario progresista londinense, y el conservador The Times publican en primera página la imagen y la información.

The Guardian titula: “La chocante y cruel realidad de la crisis de los refugiados en Europa”. La verdad entera es que hay cinco millones de seres humanos arrojados de sus países por el hambre y por los conflictos armados –en gran parte azuzados y financiados por los Estados Unidos y sus aliados–.

La familia del niño Aylan Kurdi huía del horror que el imperialismo ha implantado en Siria y quería llegar a Grecia en pos de asilo. El País de España informó ayer que, no muy lejos del lugar donde naufragó Aylan, afloró el cadáver de otro menor. “Doce fueron los refugiados sirios que fallecieron ayer cruzando esas mismas aguas”, añade el diario, que indica que las autoridades turcas rescataron a otras seis personas con vida.

El Daily Mail y el Daily Mirror, cotidianos de Londres, publicaron la foto del niño con este titular: “Insoportable”.

La información ha sacudido también a los gobiernos. Angela Merkel, la canciller alemana, ha planteado de inmediato que los países de Europa adopten una actitud colectiva y protectora respecto a los refugiados. Invoca para ello la Convención de Ginebra que establece pautas para la protección de los refugiados de guerra. “El principio es que reciban protección quienes necesitan protección. Eso deberá ser válido para todos los Estados europeos”.

Francia, Italia y Suiza han expresado ya su acuerdo con esa línea.

La dimensión de la crisis asume la dimensión de una catástrofe social. En Alemania, solo en agosto se han registrado 104.410 solicitudes de asilo. Esa cifra se añade a las 300.000 recibidas allí desde principios de año.

¿Qué hacer?

Ir al origen de la tragedia. Según la UNICEF hay dos millones de niños sirios refugiados en diversos países. El Gobierno de Washington, en su afán de adueñarse de todo el petróleo y gas del mundo, debe abandonar su estrategia de intervención armada, de golpismo frente a gobiernos que no le son sumisos, de reclutamiento de mercenarios asesinos. Europa debería exigir al Tío Sam que asuma una cuota de los refugiados que por su culpa huyen y naufragan.

Por supuesto que Norteamérica no reaccionará. Allí hay un señor Trump que quiere expulsar del país a 11 millones de latinos ilegales.(diario uno)