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sábado, 18 de julio de 2015

Qué verde es este Papa

Escribe: César Lévano

La Encíclica del Papa Francisco sobre el medio ambiente, sus mensajes durante la gira por Sudamérica, así como varias de sus decisiones sobre la Iglesia Católica y los sacerdotes han sacudido conciencias en todo el mundo. La derecha católica, encarnada en el Perú por el cardenal Juan Luis Cipriani, ha acusado el golpe.

El martes último, el sacerdote Gastón Garatea rechazó el intento de Cipriani de ocultar el fondo social del Sumo Pontífice, tratando de tergiversar el núcleo de condenación al actual sistema de capitalismo salvaje que el neoliberalismo defiende. No es extraño que esto ocurra, pues el Cardenal peruano es líder en el Perú del Opus Dei, esa secta surgida para defender al dictador fascista español Francisco Franco.

El padre Garatea ha precisado que Cipriani no representa a toda la Iglesia. Imposible silenciar el hecho de que un amplio sector de sacerdotes ha sido reprimido por Cipriani. El delito de esa franja del clero consiste en que asumió el progreso social y la opción por los pobres predicados por la Teología de la Liberación.

Notable es el hecho de que el Papa haya dialogado en el Vaticano con el padre Gustavo Gutiérrez, uno de los apóstoles de esa doctrina. En esa misma onda pontificia se coloca, como lo ha recalcado el padre Garatea, el nombramiento por el Papa de los nuevos obispos de Chiclayo, Cusco, Chuquibamba y sobre todo el de Jaén.

La designación en esta prelatura amazónica tiene raíz histórica. El semanario inglés The Economist recuerda, en su última edición de junio, que el impulso renovador de la Iglesia emergió en la reunión de obispos de América Latina efectuada en la ciudad brasileña de Aparecida, en el 2007. “El Papa actual, que entonces era el cardenal Jorge Bergoglio de Argentina, fue una voz clave en esa reunión y es ahora visto como un portador de su mensaje”, dice la revista.

The Economist recuerda un pasaje notable de la mencionada cita episcopal: “El espíritu anticolonial de Aparecida está claramente presente en su encíclica. Menciona la advertencia de que las propuestas verdes para ‘internacionalizar’ el Amazonas podrían ser asaltos apenas velados contra la soberanía”.

Francisco ha dicho que fue solo en Aparecida que se percató de que los árboles del Amazonas, el pulmón del mundo, eran dignos de ser salvados.

El semanario londinense recuerda que el Sumo Pontífice proviene de una región donde hay 425 millones de católicos, que constituyen el 40 por ciento del total global de esa iglesia.(diario uno)