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domingo, 12 de abril de 2015

¡Agua potable, sí o sí!


Por: Dionicio Mantilla León

Nuevamente la población huamachuquina se encuentra de pie para defender su derecho a gozar de algo que es sagrado e indispensable para la vida: El agua potable. Un recurso natural que es propiedad es del Estado, es decir, de todos los peruanos, pero de ninguno en particular. Nuevamente la familia huamachuquina hace patente su unidad y su coraje frente a lo que considera como un censurable atropello a sus intereses populares de parte de un grupo pequeño de gente equivocada.

Es el pueblo de Huamachuco que, junto a sus autoridades municipales provinciales, se hace presente ante quienes, incomprensiblemente, se creen los propietarios de un bien colectivo y reclaman, torpemente, una compensación económica por el consumo del agua potable basándose en seudos derechos de propiedad de la fuente del agua potable existente en la laguna de Huangacocha. Un reclamo que viene siendo abanderado equivocadamente sólo por dos personas de la comunidad campesina Juan Velazco Alvarado.

De manera reiterada el autor de este comentario ha venido realizando una toma de conciencia sobre este trascedente tema, siempre planteando los argumentos legales y naturales que le asiste a Huamachuco para gozar de los beneficios del líquido elemento necesario para la vida.

En esta hora crucial que vive Huamachuco, pueblo al que considero como mío, comparto la posición de nuestro Alcalde Provincial, Arturo Rebaza López, de hacer prevalecer el derecho de los huamachuquinos a usufrutuar un bien que es de todos los peruanos y rechazo rotundamente el trato irrespetuoso a las autoridades y funcionarios municipales, así como a las autoridades de la Administradora Local del Agua, (ALA) de parte de algunos dirigentes equivocados de la comunidad campesina Juan Velazco Alvarado en donde se encuentra ubicada la laguna Huangacocha.

Por enésima vez nos dirigimos a nuestros hermanos campesinos de la comunidad campesina Juan Velazco Alvarado para exhortarles que, por el bien de toda la familia huamahuquina a la que también ellos pertenecen y de la que también se benefician, dejen a un lado su pretensión injusta y caprichosa de sacar provecho de una necesidad vital. Carece de validez el argumento esgrimido por los dirigentes comuneros equivocados de que las autoridades ediles jamás han dialogado con ellos sobre el tema.

Es preciso entender, una vez más, que el tema del agua potable es totalmente diferente al tema minero en el cual las leyes establecen no sólo la anuencia de las comunidades nativas, sino el pago de regalías y canon al Estado. El agua no está sujeto a este tipo de requerimientos y más bien es amparado por el Estado cuando, como en este caso, se trata de ponerlo al servicio de la población con la respectiva coordinación cortés y respetuosa con los moradores de la comunidad en donde se encuentra ubicada la fuente de agua. Un contacto dialogante que reiteradamente se ha llevado a cabo de manera respetuosa de parte de las autoridades municipales tanto de la gestión anterior como la actual.

Hacemos votos porque, en aras del ambiente fraterno que debe de seguir primando en la familia huamachuquina, el día de hoy en la asamblea del sector Agua Blanca se arriben a acuerdos racionales y justos, por ambas partes, de no ser así, es hora ya de que la autoridad municipal a nombre de la población huamachuquina adopte, siempre dentro del marco de la Ley, las medidas que el caso requieran, procediendo a plantear la respectiva denuncia penal contra aquellas personas que con su actitud negativa atentan contra la vida del digno pueblo huamachuquino.