La detención de Erick Moreno Hernández, cabecilla de “Los Injertos del Cono Norte”, desató un enfrentamiento entre las Policías paraguaya y peruana por el mérito de la intervención que atrapó al delincuente.
La captura de Erick Moreno Hernández desató un enfrentamiento entre las Policías de Paraguay y de Perú por tener el mérito de la detención del peligroso cabecilla de la organización criminal “Los Injertos del Cono Norte”, el cual fue atrapado en territorio guaraní. Las autoridades paraguayas consideran que la Policía Nacional del Perú (PNP) quiere “colgarse la medalla”.
Según medios paraguayos, todo el operativo fue obra exclusiva de su policía. No obstante, en Perú, oficiales de la Dirección de Investigación Criminal (Dirincri) aseguraron que la captura se concretó gracias a información de inteligencia enviada desde Lima. Incluso insinuaron la presencia de agentes peruanos en territorio extranjero, algo que fue rotundamente desmentido.
La tensión aumentó cuando, tras la detención, cuatro oficiales peruanos llegaron recién al día siguiente a Paraguay, entre ellos el coronel Franco Moreno Panta, jefe de Secuestros y Extorsiones, y el coronel Juan Carlos Montúfar, jefe de Robos. Ambos solicitaron participar de la conferencia de prensa y posar en fotos junto al detenido, lo que generó incomodidad.
La Policía paraguaya permitió que se tomaran la imagen protocolar, pero les negó cualquier otro protagonismo, dejando en claro que el trabajo fue exclusivamente suyo.(N60).