domingo, 11 de diciembre de 2011

LA LIBERTAD: UNA NAVIDAD DISTINTA Y DE ESPERANZA EN CALAMARCA


Paúl Silva llevará a cuatro caseríos de Calamarca en Julcán, alegría e ilusión a los niños en su campaña ´Navidad en los Andes´.
Más allá de los juguetes o la chocolatada, en esta campaña se busca llevar libros como textos de alfabetización.
En todas partes del Perú realizan eventos de Navidad, pero existe un lugar a casi 4 mil m.s.n.m. que será sorprendido previo al nacimiento de Jesús.
“Cuando das sin esperar/cuando quieres de verdad/cuando brindas perdón/en lugar de rencor/hay paz en tu corazón”. Gloria Estefan dedicó esta letra de su canción Mas allá al recordado Papa viajero, Juan Pablo II. Este tema lo ubiqué gracias a una amistad que compartió su espíritu navideño en el muro de su Facebook.
Cuando das sin esperar, contradice a los oportunistas que en fechas como Navidad buscan figurar y tienen nombre propio: políticos y autoridades que en casi un 100% de esta fecha la utilizan jugando con la necesidad de niños y familias, claro está, esto no solo ocurre en la región La Libertad.
Sin embargo, en tiempos que las familias se desintegran y la Navidad se transforma en una necesidad comercial, surgen aquellas personas, sobretodo jóvenes, sin mayor aspiración política sino mas bien la de compartir amor al prójimo.
Paúl Silva es un joven de 31 años y llevará a un grupo de diez personas desde Trujillo a cuatro caseríos de Calamarca en la provincia de Julcán, entre el 18 y 19 de diciembre, previo a la Navidad a compartir lo que recauden en su campaña denominada “Navidad en los Andes”.
Calamarca se ubica a solo cinco horas de la capital de La Libertad, y según nos comenta es tierra de nadie, pues en octubre pasado que la visitó, comprobó la triste realidad de ese pueblo andino ubicado a 3 mil 800 metros sobre el nivel del mar.
Paúl Silva nos relata con profunda admiración al ande, pues sus vacaciones las pasaba en Paranday (Otuzco) de donde son sus padres, que el mundo andino está olvidado hasta por docentes que solo trabajan tres días y se regresan a Trujillo, la inseguridad por falta de policías y la ausencia de liderazgo en las autoridades para reclamar y solucionar estos problemas.
Son estos motivos y aún más promovidos por una de sus seguidoras natural de Calamarca, quien a través de su web ciudadana y de música andina PerúFolk se contactó para que visiten su pueblo y para animarse a realizar una campaña solidaria por Navidad.
La Navidad es un día más en varios lugares del ande de La Libertad, nos cuenta por su experiencia este joven, quien también ejerció el catequismo y perteneció al grupo católico Encuentro de Jóvenes en el Espíritu (EJE), por lo cual plantea para su campaña llevar una sorpresa, pues Navidad es Buena Nueva generando una cultura de solidaridad.
Dice que previo al 18 y 19 de diciembre, días que en que repartirán todo lo recaudado, preparan un gran show para recaudar juguetes, ropa y libros con la presencia de artistas de música andina como Víctor Manuel, Kenty José, grupos de danzas Muchik Perú, Yawar Mishty, Estampas Cartavinas e invitados especiales, los niños del Proyecto Neosí que ejecutan instrumentos creados por ellos mismos a base del reciclaje.
Más allá de los juguetes o la chocolatada, Paúl Silva busca llevar libros como textos de alfabetización para lo cual recurrió a 25 editoriales, algunas proveedoras del Ministerio de Educación, y el 90% de respuestas fueron negativas; a pesar de eso, no desmaya en conseguir el apoyo en material educativo a 500 niños de los caseríos Calamarca Alta, Barro Negro, Bella Unión y Los Lloques.
Pese a los peligros, como la delincuencia, que pueda encontrar en su recorrido junto a sus amigos, Paúl Silva nos comparte una cita bíblica que define su campaña navideña: “Ustedes son la luz del mundo, no se enciende una luz para ponerla debajo de la mesa, sino sobre el candelero, para que ilumine a todos los que están en la casa.”
La canción emblema de la campaña Navidad en los Andes se llama “Niño del Campo” del cantante José Araujo Ramos, natural de Huamachuco, que refleja en su letra la realidad de las niñas y niños que sufren y lloran con sus caritas pispadas por el frío de las punas por los cerros y praderas de pueblos olvidados.
En lo personal, mi espíritu navideño se contagia con este tipo de eventos, más aun cuando viene de jóvenes anónimos y otros que hacen patria como Paúl Silva Zavaleta. Recordaremos nuevamente el nacimiento de Jesús pero esta vez, su estrella llegará a iluminar una tierra olvidada como Calamarca y sin que lo esperen.

Por: Davinton Castillo(RPP)